DES-PROFESIONALIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y LA “UNIVERSALIZACIÓN” EN EL SECTOR SALUD, UNA NECESIDAD DEL GRAN CAPITAL.

Alejandro Aguilar García.

Director del Observatorio Laboral de las Altas Montañas

Desde hace meses el gobierno federal pretende reformar el Artículo Cuarto de la Constitución para consolidar una Ley General de Salud que permita la universalización en la cobertura en dicha área, tal modificación derivaría una situación de inestabilidad laboral para los trabajadores del sector salud, pues integrará en uno solo al IMSS, ISSSTE y la Secretaría de Salubridad (SSA), además de desaparecer el Seguro Popular reubicando a los trabajadores, los que alcancen, en condiciones de trabajo temporal bajo contrato de tiempo determinado, dando pie a la subcontratación ya sea por las mismas instancias, o por agencias externas de servicio de suministro de personal y/o servicios de salud privadas. Recordemos que la subrogación en los servicios de salud no sólo es una constante, sino que ha ido en aumento el número de servicios que busca el IMSS al exterior.

El Seguro Popular representa para el gobierno mexicano “un alto gasto de bolsillo” así lo expresado por la doctora Mercedes Juan, la hoy titular de la Secretaría de Salud; el Seguro Popular requirió del 49% del gasto total en 2011, aumentado en los últimos 10 años de 5.3 millones de personas a 55.6 millones en 2013. La Secretaría de Salud ha incrementado gastos casi cinco veces en el mismo periodo, pasando de 40.3 a 189.7 miles de millones de pesos. El presupuesto para salud del IMSS ha crecido 2.4 veces en el mismo periodo y el del ISSSTE en 2.9 veces. Pero el asunto de fondo no es la demanda de financiamiento, sino cómo y de dónde el gobierno pretender dar solución a dicha cuestión y bajo qué criterios. No es casual que el doctor en economía por la Universidad de Harvard José Antonio González Anaya haya sido designado actual director del IMSS, fungía hasta hace poco como economista para el Banco Mundial (BM).

El discurso del ejecutivo no dista desde luego de lo anterior, en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, Enrique Peña Nieto establece como primera estrategia avanzar en la construcción de un Sistema Nacional de Salud Universal. Peña Nieto en la Trigésima Segunda Asamblea, del 2013, de la Fundación Mexicana para la Salud, A.C (FUNSALUD), reconoce que retoma de dicha fundación las recomendaciones en políticas públicas que en diferentes momentos y espacios de reflexión ha expresado esta FUSALUD. De esto parten dos cuestiones, ¿Qué es y qué representa en sí la Fundación Mexicana para la Salud? Y, en realidad ¿qué es la universalización de la salud pública en México?

Los “emprendedores” de FUNSALUD.

La doctora Mercedes Juan ha propuesto que para construir un Sistema Nacional de Salud Universal se debe apegar a los criterios que promueven los organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de que plantea el reforzamiento de la rectoría de la Secretaría de Salud bajo las estrategias de FUNSALUD. Recordemos que Mercedes Juan López antes de ser la titular de su actual cargo en la Secretaría de Salud fue presidenta ejecutiva de dicha fundación.

La Fundación Mexicana para la Salud, A.C es un conglomerado de los grandes capitalistas en México y del exterior que tienen interés en convertir la salud en otra mercancía, en un servicio privado; la asociación no goza de una total homogeneidad por lo que hay al interior un conflicto inter-monopolista, pero por encima de eso, el proyecto que mantiene FUNSALUD es con una clara directriz del capital monopolista de tratar convertir la salud en un servicio privado. Por ello, no menoscabamos en citar los nombres, firmas y referencias de quienes conforman FUNSALUD para poder entender el contexto y sobre todo que el compromiso en materia de salud del gobierno de Enrique Peña Nieto sirve claramente los grandes capitalistas, no sólo de las farmacéuticas o laboratorios privados sino al gran capital en general. De los que componen FUNSALUD:

AsociadosFundadores:Lorenzo Servitge, de Grupo Bimbo, Carlos Slim Helú del Grupo Globo; Eduardo Legorreta Chauvet ex presidente de Operadora de Bolsa cercano al Consejo Coordinador Empresarial; Manuel Arango Arias Presidente de Grupo Concord y Grupo CostaBaja; Alberto Baillères González el segundo hombre más rico de Mexico, del Grupo Bal e impulsor de la Fundación Mexicana para la Salud A.C; Enrique R. Bours Almada miembro del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios; Enrique Bremond Pellat pilar en los Consejos de Administración de las empresas Fábricas de Francia y Liverpool entre otras; José Carral Escalante que se desempeñado como consejero de múltiples compañías internacionales como Bank of Tokyo, Mitsubishi, Alcatel, California Commerce Bank, Bancrecer, Casa de Cambio Banamex (ahora Citicorp) y Continental Airlines; Jorge A. Chapa Salazar expresidente de la CANACO; Prudencio López Martínez accionista de Bancomer; de Alcan Aluminio del Banco de México y Presidente de la Compañía Molinera Mexicana; José Madariaga Lomelín expresidente del Consejo de Administración de BBV-Probursa, formó parte del comité de financiamiento del PRI durante la campaña de Carlos Salinas de Gortari además de estar implicado en un historial de lavado de dinero; Fernando Ponce García del Grupo Bepensa-Industrial y Bepensa Automotriz; Bernardo Quintana Isaac Presidente del Consejo de Administración de empresas ICA; Adrián Sada González presidente del Consejo de Administración de Vitro y también es Consejero de Alfa, Gruma, Cydsa, Latin American Executive Board for the Wharton School, del Consejo Mexicano de Negocios y Consejo de Industriales de Nuevo León; Jacobo Zaidenweber Cvilich fue Consejero de la Fundación Mexicana para la Salud y presidente de la Asamblea General del INFONAVIT, es director del Grupo Financiero Banorte; Alejandro Aboumrad Gabriel presidente del Grupo Porcelanite; Miguel Alemán Velasco ex gobernador de Veracruz; Jerónimo Arango Arias de Tiendas Aurrera; Ignacio Aranguren Castiello Industrial jalisciense; Guillermo Ballesteros Ibarra del Grupo Ballesteros; Henry Davis Signoret presidente de la empresa concesionaria del Registro Nacional de Vehículos (RENAVE); Pablo Escandón Cusi, presidente del consejo de Nadro; etc.

Socios activos: Carlos Álvarez Bermejillo dueño de Laboratorios PISA; Antonio Ariza Alduncin del Consejo de Administración de Domecq; Gastón Azcárraga Andrade, fue presidente del Consejo de Administración de Mexicana; Jaqueline Butcher García-Colín Consejera de la Fundación Mexicana para la Salud; José Carral Cuevas, presidente de Negocios Extrabursátiles; Antonio Chedraui Obeso del Grupo Comercial Chedrahui; Francisco Crespo Benítez presidente de Coca-Cola México; Frank J. Devlyn Mortensen de Ópticas Devlyn; Carlos Fernández González Director General del Grupo Modelo; Francisco Garza Zambrano de CEMEX; Carlos González Zabalegui del Consejo de Administración de Controladora Comercial Mexicana y miembro del Consejo de Administración de Costco México; José Luis Guerrero Álvarez de empresas ICA; Alfredo Harp Helú del Grupo BANAMEX; Mario Martín Laborín Gómez de ABC Capital Banca Múltiple; Mario Martín Laborín Gómez Presidente del Consejo de Administración de Dimefar, S.A. de C.V. así como consultor internacional para la industria farmacéutica; Jaime Lomelín Guillén director general de Servicios Industriales Peñoles y recién nombrado miembro del consejo de administración de PEMEX hasta el 2019; Manuel Martínez Domínguez, director general de Laboratorios Columbia; Alfredo Miguel Afif supuesto contratista en PEMEX que ha ganado adjudicaciones millonarias en los últimos 10 años con la Comisión Nacional Forestal, la Comisión Federal de Electricidad, la Compañía Mexicana de Exploraciones, entre otras empresas; Federico Patiño Márquez, director financiero del Aeropuerto Internacional de México-AICM; Juan Antonio Pérez Simón del Grupo CARSO; Alfonso Romo Garza empresario cercano a Carlos Salinas de Gortari; Ernesto Rubio del Cueto director del Grupo CEMEX único representante empresarial en las negociaciones de incorporación de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT); Ricardo Benjamín Salinas Pliego de TV Azteca; Carlos Senosiain Aguilar de Laboratorios Senosiain; Marco Antonio Slim Domit presidente de Grupo Financiero INBURSA y próximo heredero de de Carlos Slim; Masau José Tsuru Santa Rosa accionista de CIA-Compañía Internacional de Comercio, además de ser comercializadora de VITACILINA; Misael Uribe Esquivel presidente de la Fundación Médica Sur; Jaime Zabludowsky Kuper presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (CONMEXICO); Ricardo Álvarez Tostado de la farmacéutica AstraZeneca; Carlos Francisco Autrey Maza de Mexicana de Aviación; GuillermoTomás Braniff Suinaga, fundador del PEl Grupo Monterrey; Wilfrido Castillo Sánchez Mejorada de Quálitas; Antonio Cosio Ariño presidente Grupo Hotelero Las Brisas y presidente de Grupo Pando; Isaac Chertorivski Shkoorman del Grupo Bacardí; Alfonso de Angoitia Noriega del Grupo Televisa; Javier Elguea Solís de TELMEX; Claudio X. González Laporte de Kimberly Clark de México y del Consejo Mexicano de Negocios (CMN); Xavier González Zirión de Farmacias El Fénix; Eric Hágsater Gartenberg; Flora Hernández Pons de Merino y Alejandro Martínez Gallardo del Grupo Herdez; Arturo Jiménez Bayardo de Laboratorios Sophia; P. Fernando Landeros Verdugo de Fundación TELETÓN; Marta Mejía Montes de Zimat Consultores; Marcelo Melchior de NESTLÉ; Esteban Moctezuma Barragán de Fundación Azteca; José Alberto Peña González, director general de GlaxoSmithKline México; Manuel Saba Ades del Grupo Casa Saba; entre otros.

La “universalidad” del sector salud.

Para FUNSALUD la afiliación de derechohabientes no ha superado la capacidad de cobertura de servicio, y con ello, no se ha avanzado en protección salud, siendo que los gastos públicos no han sido debidamente compartimentados, es decir, se requiere garantizar el financiamiento adecuado del sistema de salud mediante la introducción de las reformas fiscales necesarias. He aquí el pilar de su propuesta de reforma de FUNSALUD.

Con el proyecto de FUNSALUD se plantea una reorganización de las funciones del Sistema Nacional de Salud hacia la descentralización organizativa, dicha reorganización es una forma de reestructuración que demandan las corporaciones, en tanto la disociación entre propiedad y capital son fenómenos del capital monopolista.

Lo que propone FUNSALUD en este esquema de desverticalización es dividir funciones, especializar en distintos niveles las tareas operativas, que no es otra cosa que la división técnica del trabajo, para ello plantea que la Secretaría de Salud fortalezca su función rectora del sistema, esto implica separar funcionalmente el financiamiento y la prestación de servicios de salud, que más adelante analizaremos esto y la relación que guarda con la des-profesionalización de los trabajadores del sector salud.

La reconfiguración del sistema de salud pasa por la segmentación en sus cuatro funciones más importantes: financiamiento, prestación, modulación y articulación.

Para FUNSALUD uno de los elementos fundamentales del Sistema Nacional de Salud Universal es (re)ordenar el financiamiento, afirma, que las aseguradoras serían las responsables de recibir los recursos financieros y de canalizarlos a las entidades prestadoras de servicios para garantizar que los recursos financieros se movilicen, y desde luego, que el usuario pague por dicho servicio:

En el resto de las instituciones articuladoras, éstas recibirán el pago por los servicios entregados relacionados con los beneficios universales garantizados y las intervenciones o beneficios adicionales solicitados por el usuario pero no incluidos en ellos, deberán ser cubiertos por el usuario a través de pago directo (copago) o de prepago a través de instituciones aseguradoras.(…) El copago tiene como propósito desincentivar el consumo innecesario de servicios de salud y atención médica, pruebas diagnósticas y de medicamentos, por lo que resulta indispensable su correcta definición por parte de la dependencia rectora.” [Funsalud.2012:101]

Es así que el proyecto de FUNSALUD, mediante el gobierno de Peña Nieto busca la centralización de las instancias de salud para la descentralización de funciones y entregar el financiamiento a la iniciativa privada, FUNSALUD llama “convergencia” a aglomerar el Seguro Popular, el IMSS y el ISSSTE, que no es otra cosa que crear un mercado amplio de consumidores de servicios de salud para que pueda operar la iniciativa privada. Bajo todo esto, se buscará trasladar fondos públicos a empresas médicas y aseguradoras privadas pretendiendo desplazar las funciones del Estado en materia de salud pública, lo que FUNSALUD llama “el modelo público unificado” el cual es el Estado que financia y suministra servicios directamente a través de un sistema único integrado verticalmente, virtual monopolio público. [Sic]

Desde luego que se busca una mayor cobertura con la integración en una sola de todas las instancias de salud, sin embargo dista mucho en sí de universalizar dicho derecho a todos los mexicanos, de lo que se trata es ir quitando las funciones del Estado como rector de tal garantía para cederla a los proyectos de los monopolios.

Contra las y los trabajadores del sector salud.

La Convocatoria de profesionalización 2014, impuesta por la Secretaría de Salud (SSA) de Mercedes Juan el 3 de septiembre 2014 ha creado un malestar en todo el gremio del sector salud, los lineamientos obstaculizan el ascenso a otros puestos y sólo da reconocimiento de técnicos a pesar de haber obtenido el grado de licenciatura u otro grado académico mayor.

Lo que el gran capital personificado en los grandes industriales, corporativos, laboratorios y farmacéuticas pretende, no es sólo la erradicación de la cualificación en sí, sino la abolición o fragmentación de las habilidades que antes guardaba el trabajador, esto es, que el trabajador pierda el control sobre el proceso y el producto de su trabajo, si es que en algún momento lo tuvo. Esa expropiación es la misma lógica de la división técnica del trabajo, y con ello, un proceso de desvalorización, tal y como se pretende con las trabajadoras de la salud, acotar sus ingresos y salarios a niveles inferiores.

Conglomerar para controlar, especializar funciones, disociar el financiamiento de la operación, descentralizar reasignando funciones más simples, etc. son fenómenos de la organización del capital monopolista, por ello, para FUNSALUD en su proyecto menciona que con este modelo de reorganización del sector salud –Modelos de Pluralismo Estructurado– los nuevos ordenamientos en el empleo se replantearan de distinta manera:

“Este modelo implica una ruptura en términos del aseguramiento de grupos sociales relacionados con la condición de empleo para pasar a una cobertura de aseguramiento o protección de forma legal y automática para hacer manifiesto y operativo el derecho a la protección a la salud.” [Funsalud. 2012:68]

Esto se traduce en condiciones de inestabilidad a los trabajadores atomizándolos y sujetándolos a la demanda del mercado, de las grandes empresas que lucran con la salud, perdida de derechos laborales, etc. La misma FUNSALUD indica que la población –organización– estaría integrada de manera horizontal y la asignación de funciones sería explícita y especializada, unilateral, en otras palabras, el sistema de salud ya no estaría organizado por grupos sociales, sino por funciones, designadas por la iniciativa privada, de los capitalistas.

La tendencia del capital ha sido la aglomeración organizativa por la misma lógica de acumulación, la centralización, esto entendido como la combinación y/o unificación de capitales ya formados haciendo que su dependencia individual responda a las necesidades del capital monopolio, sobre esto, la actual forma organizativa de la compañía-empresa se caracteriza por el rompimiento entre el capital y el propietario, una separación relativa entre la propiedad del capital y la administración, entre los que reclaman los beneficios y las ganancias y quienes son especialistas de la clase capitalista –planeación, control, investigación, gerencia, etc.– Lo que vemos es que el capital monopolista requiere de un estrato de operaciones administrativas especializadas, ha dejado su fase de capital personal y ha entrado en su fase institucional.

FUNSALUD está considerando los servicios de salud como cualquier otra compañía, como una compañía moderna bajo la lógica de la reorganización del capital. A través de este modelo de “pluralismo estructurado” se pretende que el sector publico deje de monopolizar la cobertura definiéndolo como el “autoritarismo” del gobierno, y plantea FUNSALUD “un equilibrio más equitativo del poder”, que en realidad es la segmentación de funciones no sólo de manera horizontal sino de manera vertical, es decir, se separa orgánicamente cuatro funciones, en la parte inferior las tareas de ejecución y coordinación –prestación y articulación–, y en la superior las funciones de rectoría, planeación y dirección –modulación– pero reduciendo la función del gobierno a la supervisor del financiamiento.

En sus documentos FUNSALUD detalla los aspectos de Financiamiento con toda una lógica usurera:

La función de financiamiento, se convierte en la responsabilidad central de la protección social, y se amplía gradualmente a fin de alcanzar una protección universal guiada por principios de finanzas públicas. Los subsidios están orientados a la demanda, más que a la oferta y en lugar de asignar un presupuesto histórico a cada unidad de servicios independientemente de su desempeño, cada persona afiliada representa un pago potencial dependiente de la elección del prestador por el usuario.”[FUNSALUD 2012: 69]

El proyecto presenta una estructura donde la prestación directa de servicios de salud queda abierta a todo un esquema plural de instituciones tanto públicas como privadas. El paradigma capitalista en su gestión neoliberal cada vez se hace más presente.

La iniciativa que pretende suprimir la Licenciatura en Enfermería para convertirla en carrera técnica, es tan sólo un aspecto del proyecto del gran capital, lo que está en juego no sólo son reivindicaciones laborales, sino la garantía de salud para el pueblo mexicano de manera pública y gratuita. Esta iniciativa no es un caso aislado, la primera intención de descualificación lo intentaron en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) que en sí era una demanda de mayores técnicos que en el mediano plazo requerirá el sector energético, ahora con la presencia de las grandes firmas de los monopolios en ese sector. La defensa legítima de los trabajadores del sector salud por su categoría de profesionales y reconocimiento de su grado tan sólo será un triunfo momentáneo ya que el proyecto de los monopolios no se detendrá en ningún sector, sea de salud, energético, de la extracción, educativo, ambiental, educativo etc. ¿La alternativa? La lucha contra los monopolios es y debe ser parte de la lucha de todo el pueblo trabajador que va más allá de las demandas economicistas y de defensa laboral, por tanto, se debe plantear el control de los trabajadores sobre los medios de produccion de bienes y servicios y un nuevo Estado de la clase trabajadora que responda a la clase trabajadora.

Fuentes consultadas.

Fundación Mexicana para la Salud. 2012. Universalidad de los servicios de salud Propuesta de FUNSALUD. [http://portal.funsalud.org.mx/wp-content/uploads/2010/03/UNIVERSALIDAD-DE-LOS-SERVICIOS_DEF.pdf]

Fundación Mexicana para la Salud, A.C. [http://portal.funsalud.org.mx/]

Juan, Mercedes. 2014. Hacia un Sistema Nacional de Salud Universal. Secretaria de Salud [http://www.medigraphic.com/pdfs/circir/cc-2014/cc141n.pdf]