Para nosotros es de plena vigencia la estrategia revolucionaria para la toma del poder
Se reunió en días recientes el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de México, con carácter ampliado, pues fueron convocados el Consejo Central de la Federación de Jóvenes Comunistas y los integrantes de los Comités Regionales del PCM en el Valle de México, Veracruz, Oaxaca, Puebla-Tlaxcala, Estado de México y Morelos. En breve sus decisiones serán transmitidas a todos los Comités Regionales y células.
En él fue discutido un informe del Buró Político donde se presenta un balance de los cambios drásticos que tienen lugar en América Latina, así como sus incidencias y repercusiones en la lucha de clases, tanto en la esfera de la ideología, como de la política.
El Comité Central valora que nos encontramos en la antesala de una ola ideológica contrarrevolucionaria, de componente reaccionario/reformista, y es en ese contexto que el PCM tiene la convicción de mantener su línea marxista-leninista y su accionar político clasista por el poder obrero y el socialismo-comunismo.
El fracaso del reformismo, expresado como gobiernos progresistas en los últimos 15 años, no es adjudicable exclusivamente a las políticas de desestabilización que efectúa el centro imperialista norteamericano, en el contexto de disputas interimperialistas; es también el resultado del fracaso de políticas que buscan gestionar con rostro social el capitalismo, la explotación y la dominación de la burguesía. En estos años el progresismo mostró su carácter de clase al participar de intervenciones militares como la de Haití, favorecer la exportación de capitales de sus monopolios y promover uniones interestatales de carácter capitalista, y sobre todo en los ritmos de explotación y extracción de plusvalía a la clase obrera, las políticas de despojo territorial para favorecer la acumulación. Los partidos socialdemócratas, la mayoría agrupados en el Foro de Sao Paulo, que protagonizaron ese rumbo se encuentran sumidos en el descrédito y la corrupción. La gestión social, con programas asistencialistas para humanizar la explotación se basaba en un periodo de estabilidad económica, y una vez que entra en crisis el sistema capitalista entra también en crisis su gestión neokeynesiana. Esta versión latinoamericana del reformismo se encuentra en reflujo, y debe quedar claro que no es una alternativa para la clase obrera y los pueblos que reclaman cambios profundos y radicales.
También el proceso venezolano enfrenta dificultades y la disyuntiva entre profundizar los cambios o sucumbir es apremiante. El Comité Central del PCM reitera su plena solidaridad con el Partido Comunista de Venezuela y la clase obrera y sectores populares partidarios de un rumbo anticapitalista.
El IX Pleno del Comité Central del PCM evalúa que en Cuba, el VII Congreso del hermano Partido Comunista de Cuba confirma los cambios iniciados con el VI Congreso en Abril del 2011, de introducir relaciones mercantiles; se constata que en este momento se desarrollan ya relaciones capitalistas, aún no dominantes, más los riesgos de una contrarrevolución son latentes, aún y cuando la dirección política y estatal se manifieste a favor del socialismo. La experiencia histórica de la construcción socialista, en la URSS y otros países demostró la incompatibilidad de la construcción socialista con las relaciones mercantiles. Existen ya reflejos en la política de la nueva situación en la economía cubana.
El IX Pleno del Comité Central del PCM evaluó el Acuerdo del cese al fuego bilateral y dejación de armas, suscrito en La Habana, entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. Durante más de 50 años las FARC-EP escribieron una de las páginas más gloriosas del movimiento revolucionario, resistiendo las ofensivas de la oligarquía y del imperialismo que proscribieron su actividad política y las anatemizaron como organización “terrorista”. Respetamos la decisión de las FARC-EP de incursionar políticamente en los marcos de la democracia burguesa, aunque expresamos nuestra preocupación por su seguridad frente a un Estado terrorista y criminal como lo es el colombiano. Consideramos que las armas guerrilleras eran también la protección del conjunto del movimiento obrero y popular colombiano, que ahora ya no contará con esa garantía frente a la represión estatal y paramilitar.
Señalamos que la decisión de las FARC-EP, aunque no sea esa su voluntad, da argumentos a quienes cuestionan el derecho inalienable de los pueblos a la rebelión y al ejercicio de la violencia revolucionaria para su emancipación. Por razones prácticas vitales, como las que enfrentamos en México, frente al terrorismo de Estado, la violencia burguesa institucional y paramilitar, por la agudización del conflicto de clase, frente a la barbarie desatada en Ayotzinapa, Nochixtlán y otros lugares, el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de México, reivindica tales derechos para la clase obrera y el pueblo.
Expresamos nuestra preocupación, por la posición que han manifestado algunos cuadros intermedios de las FARC-EP que han adoptado una posición de apostasía frente a sus posiciones políticas históricas, con argumentos provenientes de la nueva socialdemocracia.
Lo esencial en el periodo siguiente será ratificar y demostrar la vigencia de la estrategia revolucionaria para la toma del poder. En ese asunto nos basamos en la historia de la lucha de clases de los pueblos del Mundo, sobre todo la experiencia adquirida por el proletariado en antagonismo con el capital, en la lucha por una nueva sociedad socialista-comunista.
Después del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre vivimos una época de revolución social. Hoy las tareas por la Revolución Socialista no pueden ser postergadas por etapas intermedias, y en ello nos empeñamos en el PCM.
El IX Pleno del Comité Central, para profundizar en estos temas convocó a la Conferencia de Ideología y Política, que tendrá lugar los días 19 y 20 de Noviembre, coincidiendo con el V festival del periódico El Comunista, y el 22 aniversario del PCM.
El Informe Político, así como las conclusiones, son de conocimiento estricto de la militancia del PCM.
¡Proletarios de todos los países, uníos!