8 preguntas y sus respuestas para entender las caravanas de migrantes en mexico

Solidaridad con los trabajadores migrantes

 

Las políticas capitalistas favorecen la migración. Miles de trabajadores y sus familias se verán atraídos por los proyectos inmobiliarios en el noroeste y otros puntos de México; en los llamados megaproyectos que desde los monopolios y el gobierno entrante se promueven en toda la franja sur del territorio nacional; en las Zonas Económicas Especiales que tanto en la frontera sur como en la norte ya se tienen consideradas. En relación con esto último debe considerarse que la burguesía favorece el tráfico ilegal de personas mediante organizaciones ad hoc y el constante flujo de fuerza de trabajo abundante que les permita aplastar las condiciones generales de trabajo de toda la clase obrera, favorecer mayores márgenes de ganancia y fortalecer las presiones sociales que amenacen a los trabajadores activos. El desarrollo desigual del capitalismo concentra la riqueza en determinados puntos y en una determinada clase. Al tiempo que concentra los más increíbles ejemplos de miseria en otros tantos puntos y otra clase y sectores sociales.

 

La burguesía, los monopolios y sus partidos, desde los llamados neoliberales hasta los de corte socialdemócrata no pueden ofrecer a los trabajadores migrantes otra cosa que no sea precariedad, extorsión, marginación, miseria, residencias temporales sin derechos laborales efectivos, racismo, xenofobia, enfermedades, hostilidad, tráfico, secuestros, ultraje o engaño. Denunciamos la verborrea antinmigrante y la criminalización de las y los trabajadores obligados a dejar atrás sus países de origen. Denunciamos todas aquellas voces y acciones que pretenden imponer los intereses de los capitalistas a través de sus exigencias de que la caravana se ciña a la legalidad y al orden. No pasamos por alto que en las cámaras legislativas el futuro gobierno de unidad nacional, mediante alianza de las bancadas parlamentarias de Morena-PRI, dejó sin efecto los llamados a respetar los derechos humanos de los migrantes en medio de un coro criminal en su contra.

Morena y Andrés Manuel López Obrador han contribuido sobremanera a esta situación de ataque antiinmigrante. Durante 12 años han insistido y atizado un discurso supuestamente en defensa de la soberanía nacional, harto en nacionalismo y en el cual lo que cuenta es el país, la patria, la nación. Hacen creer a los obreros y trabajadores que hablan de su interés, pero en realidad siempre hablan de la gran nación burguesa, del interés de los grandes empresarios mexicanos, etc. En el seno de este discurso burgués se alimentan y confluyen ahora todo tipo de expresiones. Incluidas las de tono fascista. Como aquellas diatribas y expresiones criminales que califican de invasión y ataque a la soberanía nacional a la caravana centroamericana; que apelan a la civilidad para no afectar “a la nación” contrariando los acuerdos con los representantes de los monopolios en EU y en específico a los ladridos de Trump sobre no permitir que los migrantes toquen tierra norteamericana; y a todos aquellos que lanzan ataques racistas justificados en la defensa del interés nacional mexicano. Por todos ellos hablan los monopolios. Y en la vieja y nueva socialdemocracia se cocinan elementos fascistas, con o sin lenguaje de “izquierda”.

Todas las acusaciones, linchamiento moral y atropellos contra los migrantes no tienen como fin evitar su ingreso a los países en que puedan encontrar oportunidades de trabajo o solicitar asilo. Los propósitos de este coro nacionalista ensordecedor son arrodillar a los migrantes; atizar los instintos más bajos de la clase obrera en los países receptores; dividir a los obreros y trabajadores en función de nacionalidades y calumnias; colocar a todos los migrantes en condiciones de mayor acoso, ilegalidad, zozobra, clandestinidad y aislamiento; favorecer medidas de mayor explotación y precarización por parte de los capitalistas; incrementar su vulnerabilidad respecto a toda la clase patronal; desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis capitalista y del empeoramiento sistemático en la situación de vida de las masas y los sectores populares.

La supuesta benevolencia y solidaridad proclamada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y la futura Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, no es ajena a esto último que señalamos. Sus llamados a recibirlos con los abrazos abiertos, las acciones que conminan a resguardarlos y apoyarles al tiempo que ofrecen para ellos un puesto en la construcción del Tren Maya; del tren y corredor transístmico; de las proyectadas nuevas refinerías; de los complejos empresariales en las Zonas Económicas Especiales; del capitalismo inmobiliario en la frontera norte es el interés de frotarse las manos en detrimento de los migrantes. Esconder tras gestos de humanidad burguesa que en todos esos ámbitos, proyectos y circunstancias los obreros migrantes serán explotados a morir. Sin derecho a sindicalización, sin derecho a una estancia estable sino a meros permisos de trabajo temporales y con autoridad del Estado para suspenderlos cuando así lo desee, con precarización, con salarios aún más bajos. La política migratoria del nuevo gobierno no se distingue ni distinguirá en el fondo de la política burguesa del gobierno de Enrique Peña Nieto contra pasadas oleadas de migrantes centroamericanos y el flujo migratorio haitiano de 2016. Las expresiones clasistas de representantes morenistas, que agradecen la caravana migrante no cruce “sus estados de origen” no son distintas a las opiniones liberales del PAN. Parecen distintos, pero en el fondo no lo son.

En Estados Unidos ocurre lo mismo. Si bien el discurso de republicanos y Trump parece diferenciarse mucho del discurso pro-Santuarios de los demócratas (discurso que ahora recoge gustosa la socialdemocracia gobernante en la Ciudad de México), las leyes norteamericanas y los usos y costumbres de la burguesía norteamericana cierran la pinza para que al arribo de los migrantes estos puedan ser explotados, pero al mínimo costo a pagar por parte de los monopolios. Se diga lo que se diga, todo obrero, obrera, trabajador migrante puede solicitar asilo. Tiene derecho a un número de seguro social, a trabajar, a comprar. A lo que no tiene derecho, como ninguna otra clase obrera lo tiene tampoco, es a la certeza en su futuro. Puede no ser autorizada su estadía en EEUU, pero los capitalistas lo exprimirán en su condición de fuerza de trabajo indocumentada. A la larga le espera la deportación, la ruina, lo demás son excepciones.  ¿Cuántos casos existen de trabajadoras o trabajadores con 30 o 40 años de labor en EEUU que un buen día son arrojados de su país de arribo, perdiendo todo de la noche a la mañana? Repetimos, la burguesía es criminal y de doble moral. Agita, reprime, criminaliza, golpea, asalta, pero para colocar a toda la clase obrera cada vez más a su merced, al gusto y conveniencia.

Por otro lado, extendemos a los migrantes en su paso por México la más sincera solidaridad proletaria, que debe sobre todo manifestarse en hechos en los puntos geográficos en donde el Partido tenga presencia, hacia las distintas caravanas centroamericanas de migrantes, incluida la de madres con hijas e hijos desaparecidos, en su trayecto y estadía entre México y Estados Unidos. Sabemos que es una circunstancia de décadas. Miles de jóvenes o personas mayores sacrificadas en beneficio de determinada actividad productiva o asociada al lucro capitalista, asesinadas en secreto, obligadas a laborar en campos agrícolas o en trasiego de mercancías, explotados o explotadas en el campo del turismo u la oferta sexual. Los capitalistas y sus gobiernos niegan u omiten tales hechos. Nosotros nos oponemos -al igual que frente a los casos de miles de desapariciones internas y forzadas en Sinaloa, Chihuahua, Baja California, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Veracruz, entre otros -tanto a la política manifiestamente criminal de los monopolios durante el gobierno de Enrique Peña Nieto como a la política de unidad nacional del nuevo gobierno socialdemócrata, el de la ‘cuarta transformación’ liberal, manifiesta en el también criminal propósito de darle continuidad a la impunidad mediante el eufemismo del ‘perdón pero no olvido’. Exigimos y acompañaremos la lucha por el esclarecimiento, búsqueda, presentación y reparación hacia tanto el Estado mexicano como norteamericano respecto a los progenitores y sus familiares desaparecidos. En este punto la comunidad de intereses entre la clase obrera y los sectores populares de todos los países involucrados es evidente y posibilidad de estrechar lazos en este propósito es más que necesaria.

Por donde transiten los trabajadores hermanos de Centroamérica es menester mostrar nuestra más y mayor solidaridad, aprecio y comprensión. Sin que ello se reduzca al catálogo humanista de la burguesía: donación de ropa y abrigo, cortes de cabello, alimentos de 1 o 2 días, etc. Sino que incluya todo lo mejor que podamos ofrecer como obreros, trabajadores y comunistas, pero que también considere siempre la charla, la denuncia, la agitación y el desnudar a los capitalistas de cuerpo entero. A los de este país, a los de Centroamérica, EEUU, etc. El interés de los migrantes es el interés de nosotros como clase: albergues confortables; baños públicos a bajo costo y o gratuitos; red de comedores populares con comida nutritiva; autobuses confortables para el traslado; hospitales que atiendan a todos más allá de requisitos burocráticos; planeación y construcción de nuevos conjuntos hospitalarios públicos; atención prioritaria y distinta para los niños y las personas de la tercera edad; derecho efectivo de asilo; derecho efectivo a salir de cualquier país, incluido el suyo propio, con las garantías que todo Estado debe observar; derecho a la naturalización y no solo a ventajosos mecanismos para empresarios y monopolios; derecho de domicilio permanente; sindicalización por la vía de los hechos; exigencia de derechos laborales, organización como clase, independientemente de la nacionalidad de origen. Nada de ello vendrá de ningún gobierno capitalista, sea que se presuma heredero de “las glorias” del liberalismo del siglo XIX y de la socialdemocracia internacional. Es una tarea que también une en un conjunto de propósitos compartidos a toda la clase obrera. Y marca pauta hacia la libertad definitiva de toda la clase obrera.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

El Buró Político del Comité Central

Partido Comunista de México