En un desproporcionado acto que implicó un Decreto Presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación (http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5496650&fecha=07/09/2017) , y que va más allá de una maniobra diplomática de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Estado mexicano representado por Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray han tomado medidas graves contra la República Popular Democrática de Corea, incomprensibles en cuanto al derecho internacional y la política exterior mexicana.

De ceñirse a la escrupulosidad, el Estado mexicano debería también declarar personæ non gratæ a los embajadores de varios países, empezando por el de los EEUU, responsables de crímenes de guerra derivados de la utilización de armas nucleares y otras de destrucción masiva, responsables de actos de barbarie contra muchos pueblos, culpables de crímenes de guerra y de la muerte de cientos de miles de personas, sin mencionar la creación y financiación de grupos terroristas. De ser tan respetuoso de las Resoluciones de la ONU, el gobierno mexicano debería encarcelar a los titulares de la Presidencia de sexenios anteriores, y también renunciar, por ser responsable de crímenes flagrantes de lesa humanidad, como es el caso de Tlatlaya y Ayotzinapa.

 

Pero si vamos más allá de lo estrictamente formal, entonces encontraremos que la ONU no es el tan cacareado instrumento neutral para garantizar los derechos de los pueblos y las naciones, ni salvaguarda de la paz, sino un instrumento para favorecer los intereses económicos y políticos de los centros imperialistas, como lo demostró recientemente en Yugoslavia, Afganistán, Iraq, donde los EEUU y la OTAN, con base en montajes que demostraron con el pasar del tiempo su falsedad, realizaron guerras para apropiarse de recursos naturales y de riquezas. ¿ Por qué el Estado mexicano guarda silencio sobre los arsenales nucleares de Israel y sobre los permanentes crímenes contra el pueblo de Palestina? ¿Por qué no condena el masivo armamento nuclear de EEUU, así como las provocaciones militares permanentes contra otros pueblos, incluidas las operaciones provocadoras conjuntas de EEUU y Corea del Sur contra la RPD de Corea?

Existen muchos elementos para asegurar que la posición del Estado mexicano es hipócrita y servil, explicable tan sólo por el intento de Videgaray de presentarse como un aliado seguro de Trump para posicionarse como un candidato aceptable al ejecutivo en la sucesión presidencial del 2018. No sólo asumen indignamente los ataques constantes de Trump contra los migrantes mexicanos,  además cometen estos desfiguros en materia de política exterior: tal es el caso de los ataques diplomáticos contra la República Bolivariana de Venezuela y ahora contra la República Popular Democrática de Corea.

Es preocupante que en aras de sus juegos políticos, Peña Nieto y Luis Videgaray se coloquen junto a Donald Trump y su carrera rumbo a nuevas agresiones imperialistas.

El Partido Comunista de México condena la infame y errática política exterior de Peña Nieto, y la combatirá al igual que todas sus medidas gubernamentales, que son enemigas de la clase obrera y del pueblo mexicano.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

El Buró Político del Comité Central del PCM