Discurso de Gyula Thürmer, Presidente del Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros
(Minsk, 2-5 de noviembre de 2007) 

Queridos camaradas:

En nombre del Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros, me gustaría agradecer a los comunistas bielorrusos y rusos la organización de este encuentro. También me gustaría dar las gracias a los partidos del grupo de trabajo por escoger Minsk como lugar de celebración del encuentro.

Hemos venido a Minsk a confirmar nuestro apoyo al Partido Comunista de Bielorrusia liderado por la camarada Golubeva. Apreciamos a este partido por la adhesión incondicional a la causa de la independencia de Bielorrusia, a la causa del progreso social. Conocemos y apreciamos a este partido por su internacionalismo. 

Me gustaría afirmar claramente que en Bielorrusia no conocemos a ningún otro partido comunista. No podemos considerar comunista al partido que intenta convertirse en socialdemócrata y considera a los EEUU como un aliado. No podemos estar de acuerdo con la posición de algunos partidos comunistas europeos que invitan a sus conferencias a ese partido, agravando así la confusa situación creada por la propaganda burguesa.

El Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros considera que la lucha del pueblo bielorruso por su independencia, por su propia vía de desarrollo es ahora mismo uno de los asuntos clave de la lucha antiimperialista. ¿Por qué? Porque, camaradas, los Estados Unidos, tras la consigna de la democratización, también quieren crear un régimen proamericano en Bielorrusia. Todavía no hay una guerra contra Bielorrusia, pero los servicios secretos ya han comenzado sus actividades subversivas. Un amplio número de institutos están haciendo todos los esfuerzos para influir y lavar el cerebro de la población bielorrusa. Los servicios secretos y los institutos están financiados por nuestros gobiernos y es nuestra obligación protestar contra ello.

Apoyamos la política del Presidente Alexander Lukashenko. Y pido también vuestro apoyo. ¡Protestemos contra las sanciones de los EEUU y la UE! ¡Apoyemos a los comunistas bielorrusos! ¡Ayudemos a la organización de la juventud bielorrusa a convertirse en miembro de la Federación Mundial de la Juventud Democrática! ¡Hagamos que el próximo Festival Mundial de la Juventud se celebre aquí en Minsk!

Queridos camaradas:

El Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros considera el Gran Octubre como un acontecimiento destacado de la historia de la humanidad. El Gran Octubre inició la era de las revoluciones socialistas. Estamos convencidos de que este extraordinario período aún no ha acabado. Es cierto que hemos sido testigos de éxitos y fracasos, del flujo y reflujo de la marea revolucionaria, pero este proceso finalmente dará la victoria al socialismo en todo el mundo.

La experiencia del Gran Octubre nos enseña que no hay victoria sin una ideología clara. Pensamos que el revisionismo y el oportunismo constituyen hoy el peligro más grande que amenaza al movimiento comunista. Es malo que seamos pobres y es malo que no tengamos dinero. Pero lo perderemos todo si abandonamos nuestra clara convicción ideológica, si abandonamos el marxismo-leninismo. El reformismo no desaparecerá por sí mismo. ¡Debemos luchar contra él! La lucha ideológica, la lucha política y también la lucha organizativa. Estamos de acuerdo en que no deberíamos admitir bajo ninguna circunstancia en nuestros encuentros a partidos reformistas y divisionistas.

Hago un llamamiento a todos los miembros de nuestro encuentro: ¡no tengan miedo a enfrentarse a la verdad! Hay dos alas en el movimiento obrero – el ala comunista y el ala reformista. No nos atrevemos a decirlo. Estamos buscando un mínimo desde el que podamos colaborar. ¡Camaradas! Perdemos mucho tiempo en buscar compromisos. Puede que no nos demos cuenta de que los partidos reformistas – con la ayuda de los socialdemócratas – nos sacan de nuestras posiciones si no tomamos medidas urgentes. ¿Qué proponemos nosotros, los comunistas húngaros?

¡Creemos una organización internacional de partidos comunistas! No solamente un polo comunista de diferentes partidos, sino una organización de combate. ¡Pido a los partidos grandes que por favor nos crean a los partidos pequeños! Los partidos pequeños sufrimos día a día la falta de cooperación.

Estamos cansados de oír infinitas referencias a los errores de la antigua Comintern. La Comintern en su época fue una buena organización y sirvió bien a la causa de la lucha contra el capitalismo.

Tampoco podemos esperar que algunas grandes potencias comiencen a apoyarnos. Hoy día ningún país socialista asume la tarea de dar apoyo político y material al movimiento comunista internacional. Eso es malo, camaradas; más que eso, pensamos que es un error, pero no es nuestro error. Sin apoyo efectivo la solidaridad se queda sólo en bellas palabras.

Y nosotros, los comunistas húngaros, tenemos derecho a decir esto, porque en la época del socialismo, cuando estábamos en el poder, apoyamos a las fuerzas comunistas del mundo con todos los medios. Con apoyo verbal, con dinero y con armas si era necesario.

Proponemos a los camaradas que den un paso al frente en este encuentro. Durante algunos años hemos organizado encuentros regularmente. Ello es bueno, ¡pero debemos ir más allá! Proponemos:

·        En primer lugar, convirtamos al Grupo de Trabajo en una comisión permanente o secretariado, que en el período entre los encuentros anuales exprese la opinión sobre cuestiones políticas y organice el intercambio de información.

 

·        En segundo lugar, convirtamos al Fondo de Solidaridad en un verdadero instituto de trabajo. Somos un partido pobre, pero estamos dispuestos a compartir todo lo que tenemos.

 

·        En tercer lugar, ¡establezcamos nuestro centro ideológico!

¡Queridos camaradas!

El 6 de noviembre un tribunal húngaro probablemente condenará al Presidium del Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros. En la Hungría capitalista, por primera vez, la dirección de un partido será condenada porque hicieron uso del derecho a expresar su opinión y caracterizaron como políticamente motivada una intervención legal anterior. Por primera vez, toda la dirección de todo un partido se enfrenta a un juicio. Hemos luchado y seguiremos luchando. La gente ha de entender que la persecución de los comunistas se extenderá más tarde o más temprano a otros. Hoy vamos nosotros a prisión puesto que osamos dar nuestra opinión, mañana los periodistas, los profesores, pasado mañana todo aquél que proteste contra el neoliberalismo, el despliegue de misiles de EEUU o, por ejemplo, el nuevo Tratado Europeo.

Es probable que durante algún tiempo no podamos encontrarnos con vosotros, ya que el tribunal húngaro nos condenará y en los próximos dos años estaremos en la cárcel. Por supuesto es posible que no se atrevan a hacer tal cosa. Depende también de vosotros, de la solidaridad del movimiento obrero.

Muchos de vosotros expresasteis vuestro apoyo a nuestra lucha en cartas y telegramas. Muchos organizasteis manifestaciones ante las embajadas húngaras. Gracias.

Estamos agradecidos por el apoyo de todos los que firmaron la protesta adoptada en Minsk. La persecución del Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros ha demostrado nuevamente la intención del imperialismo de acabar con nosotros. O permanecemos unidos y unimos esfuerzos para responder o nos destruirán. Solos no podemos sobrevivir.

En el 90 Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, nosotros, los comunistas húngaros, declaramos: creemos en el marxismo-leninismo y el internacionalismo. Creemos en nuestra obligación de luchar contra el capitalismo y debemos unir nuestras fuerzas en la lucha contra el capitalismo. Al menos de la misma manera en que lo hicieron nuestros predecesores.