La Gran Revolución Socialista de Octubre, nuestro norte
Se conmemoran 103 años de la Gran Revolución Socialista de Octubre; un 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre según el viejo calendario), el triunfo de la clase obrera mundial sobre la burguesía y el capitalismo, el hecho histórico que marcó el camino para la emancipación de los explotados y la construcción del nuevo mundo, el socialismo-comunismo. El Partido Comunista de México celebra esta fecha con reflexión y estudio pero sobre todo, con lucha, acciones militantes y prácticas cotidianas que materialicen el objetivo histórico de la Revolución Socialista. Por ello el PCM señala algunas de sus posiciones respecto a la basta experiencia teórica y práctica que la Gran Revolución Socialista de Octubre legó a los revolucionarios del mundo y a la clase obrera.
- Época del imperialismo y las revoluciones proletarias
La Gran Revolución Socialista de Octubre confirmó que vivimos la época del imperialismo, la última fase del capitalismo que trae consigo las contradicciones objetivas y materiales necesarias para una época de revoluciones de carácter socialista. Vladimir Ilich Lenin, el gran dirigente bolchevique, continuador de la obra del comunismo científico de K. Marx y F. Engels, comprobó en la práctica histórica que el capitalismo se rige por leyes internas de desarrollo, que llegadas a su límite de concentración de capital se vuelve decadente, el umbral de la Revolución Proletaria. El libre mercado o la libre concurrencia ya no es la característica esencial del capitalismo, sino el monopolio; la fusión del capital bancario con el capital industrial originan el capital financiero, la oligarquía financiera, parasitaria y especulativa que somete todas las instituciones políticas y jurídicas a su poder económico; el predominio de la exportación de capital sobre la exportación de mercancías, la acumulación de capital en pocas manos genera la incursión de capital en todas las ramas de producción en países atrasados para someterlos; así los grandes monopolios se reparten el mundo, sus recursos naturales y materias primas hasta formar bloques imperialistas; la guerra constante como resultado del reparto del mundo en la lucha interminable por escalar la jerarquía en la cadena del dominio imperialista. Las relaciones de propiedad privada sobre los medios de producción, acumulación y centralización, la dominación del capital sobre el trabajo, se vuelven un freno para el progreso social. La Revolución Socialista de Octubre fue, ente otros factores, el resultado de una primera guerra mundial imperialista por el reparto del mundo, transformada en guerra civil de clases sociales. Lenin comprobó con el triunfo de la Revolución Socialista de Octubre de 1917 que la lucha es nacional en su forma pero en contenido es internacional, que la fase imperialista del capitalismo es el preludio de las revoluciones socialistas.
- El partido de nuevo tipo
La Gran Revolución Socialista de Octubre demostró que las revoluciones no surgen de manera espontanea sino que se organizan, como afirmó Lenin. No basta con señalar las condiciones materiales objetivas, los límites históricos del capitalismo y esperar que éste caiga. El factor subjetivo, la conciencia desde fuera del movimiento obrero, el papel de la organización revolucionaria, la vanguardia política con las ideas de avanzada del marxismo-leninismo fusionadas es elemento histórico esencial para el triunfo de la Revolución Socialista. El partido de nuevo tipo, la organización de organizaciones, ejemplificada por el partido bolchevique, demuestra que sólo mediante la disciplina única, con unidad programática e ideológica en los principios del marxismo-leninismo es posible la revolución. La necesidad de cuadros políticos profesionales de tiempo completo, cuya única tarea sea la de hacer la revolución, son elementos imprescindibles para avanzar hacia el objetivo histórico. El carácter conspirativo de la organización, como premisa necesaria para enfrentar a la maquinaria represiva del Estado burgués. El cerebro colectivo, el Estado Mayor del proletariado como clase que combina de manera dialéctica el sentido democrático y centralizado según la realidad concreta, son sólo algunas conclusiones que legó la Gran Revolución Socialista de Octubre.
- La clase obrera como sujeto revolucionario
La clase obrera es y sigue siendo la clase social más revolucionaria cuando adquiere consciencia de su papel histórico. La única clase social que genera valor con la explotación de su trabajo, la que por su condición en la producción social es la generadora del capital, la única que encarna todas las contradicciones históricas de las clases explotadas y oprimidas de la sociedad moderna. Los esclavos asalariados, excluidos de la participación política de la democracia burguesa representativa; en los hechos al formar sindicatos, organizaciones y su partido político, se convierten en el embrión del nuevo Estado proletario. El poder obrero nace, se ejerce y se expande desde los centros de producción, así quedó demostrado con el surgimiento de los Soviets, formas de organización más elevadas de democracia obrera. El hecho histórico de que los obreros conscientes no sólo tienen el poder de producir, sino de destruir la vieja maquina de Estado burgués burocrático y parasitario por uno nuevo, de carácter ejecutivo y resolutivo. La dictadura del proletariado como premisa esencial para la eliminación de las clases sociales, la construcción del socialismo-comunismo; dictadura para la burguesía, democracia para los obreros.
- El arte de la insurrección
La Revolución Socialista como la culminación de un proceso histórico de la combinación de todas las formas de lucha de la clase obrera en determinados momentos. La insurrección de octubre de 1917 en Rusia evidenció que es la forma más elevada de la lucha clases, que surge desde embrionarias luchas gremiales, económicas, de mejoras salariales; a transformarse a las acciones políticas del conjunto de la clase obrera de formas pacificas, parlamentarias, extra parlamentarias, masivas, militares y violentas. La violencia revolucionaria como indicio irrenunciable de las clases explotadas para lograr su emancipación. Los cambios de raíz de las sociedades y sus modos de producción no se logran con la reformas políticas, etapas o métodos pacíficos; el carácter de dominación de una clase sobre otra es violento, un hecho objetivo. La insurrección y la violencia organizada, contraria a los métodos caudillistas y de individuos aislados; por acciones violentas organizadas con la amplia participación de la clase obrera en su conjunto, la madurez y la conciencia de que la revolución, como dijo F. Engels, es “la cosa autoritaria que existe; el acto por el cual una parte de la sociedad impone su voluntad a la otra mediante fusiles, bayonetas y cañones”. Tesis comprobada en la Revolución de Octubre y en la historia de la humanidad y la lucha de clases.
- El socialismo-comunismo como alternativa
La Gran Revolución Socialista de Octubre demostró que una sociedad diferente al capitalismo es posible, el socialismo-comunismo. Que de las entrañas del viejo y arcaico modo de producción capitalista, surge lo nuevo; un modo sociedad con base en la propiedad colectiva de los medios de producción, con relaciones sociales libres de la explotación del hombre por el hombre, libres de la anarquía del mercado, por la planificación económica con certidumbre de la subsistencia, libre de la ignorancia metafísica y por el equilibro científico entre hombre y naturaleza. El socialismo, un estado superior del progreso humano iniciado con la Revolución de Octubre de 1917 evidenció que es posible resolver los grandes problemas de la humanidad como la alimentación, la vivienda, la salud, la educación, el desempleo, las guerras, el desarrollo de la ciencia, la tecnología, el especio exterior, el arte y la cultura. Problemáticas que en siglos y hasta hoy en día, en el capitalismo no pueden ser solucionadas, debido a su esencia contradictoria a favor de la ganancia y la creación de capital por encima todo. La Revolución Socialista de Octubre es un parpadeo en la línea del tiempo de la historia de la humanidad. Una revolucionaria y abundante experiencia histórica, necesaria y vigente a pesar del retroceso que significó la contrarrevolución del bloque socialista. Una experiencia que debe estudiarse desde sus bases materiales y objetivas, lejos de la de falacias subjetivas y prejuiciosas, basadas en creencias moralizadoras de versiones elaboradas de plumas anticomunistas y contrarrevolucionarias.
En el marco del 103 aniversario de la Revolución Socialista de Octubre, el PCM llama a los elementos de la clase obrera más conscientes, a ingresar a las filas del partido, a luchar de manera decidida, permanente y con una estrategia bien definida por el poder obrero, por el socialismo-comunismo. Hoy más que nunca, cuando la confusión ideológica es imperante y el capitalismo busca una y otra vez recomponer su crisis endémica con base a la demagoga, mediante gestiones socialdemócratas pero afines al poder de los monopolios. Hoy más que nunca, es una necesidad histórica el estudio del marxismo-leninismo y la Revolución Socialista de Octubre, fortalecer las filas del Partido Comunista, organizarse, prepararse y luchar, hasta lograr las victorias de las revoluciones proletarias del Siglo XXI.
En medio de la pandemia del Covid-19, cuando el capital demuestra una vez más que es incompatible con la existencia del género humano, la Gran Revolución Socialista de Octubre nos indica el rumbo, el Norte, por el cual habrá de avanzar el proletariado a cumplir su tarea histórica.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
El Comité Central del Partido Comunista de México