¡Repudiamos la política de agresiones en contra de migrantes caribeños, centroamericanos y de otras nacionalidades!
Con anterioridad el Partido Comunista de México ha esclarecido que la política anti-inmigrante del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se estableció de común acuerdo con el gobierno de Donald Trump y a la fecha ha sido ratificada con la administración encabezada por Joe Biden. Dicha política se distingue por emprender labores de muro fronterizo, de Border Patrol, a lo largo de México y en especial en la frontera sur.
Entre agosto y septiembre del presente año varias caravanas migrantes han sido agredidas brutalmente en los municipios del estado de Chiapas próximos a Guatemala. Las imágenes y las palabras no pueden describir la infamia del actual gobierno de Morena. Ante las acciones de represión, protagonizadas por la Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración (INM), el PCM declara que la política migratoria de López Obrador tiene un carácter antiobrero y antipopular; que es un atentado contra las familias proletarias de los distintos países de América Central y el Caribe, forzadas a huir de las condiciones generadas en sus países por el capitalismo y que, por lo tanto, migran en búsqueda de mejores condiciones de vida.
Como presidente electo, AMLO afirmó que no atendería el tema migratorio sólo con deportaciones. Sin embargo, ya en los primeros meses de su gestión ésta se volvió líder en deportaciones con un aumento en las mismas de un 63% con relación a administraciones anteriores –según el Instituto Guatemalteco de Migración–, y en las cuales se suman 50 mil expulsiones ilegales en 2021. Continuando así la política migratoria del periodo de Enrique Peña Nieto, y superando los resultados de lo que entonces se enmarcaba en el Programa Frontera Sur.
La actualidad en Chiapas es grave. Miles de migrantes han decidido recorrer juntos el país, dado que se les aprisiona en estaciones migratorias o se les impide abandonar ese estado fronterizo. En 2021 la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el INM han demorado una respuesta oficial para más de 75 mil solicitantes de refugio en México. La clase obrera en México, que históricamente ha migrado internamente y hacia Estados Unidos, seguramente en otras condiciones reprobaría en las calles el salvajismo contra las familias migrantes de Centroamérica, el Caribe, así como de otras regiones del mundo.
El gobierno de López Obrador es demagógico y embaucador. Con ello disimula su proceder contrario a los trabajadores. En México los partidos de la burguesía, sin importar las particularidades de sus discursos, al ser gestores del capitalismo son enemigos del pueblo. La denominada 4T, que algunos insisten en presentar como un mal menor, ejecuta una política migrante xenofóbica y racista equiparable a la promovida por fuerzas políticas que públicamente, en las últimas semanas, han manifestado su rancio anticomunismo (VOX, PAN, PRI, etc.).
Los EE.UU. desarrollan una estrategia para frenar el flujo migrante que consiste en la separación de familias; condiciones deplorables en centros de detención; redadas en hogares y centros de trabajo; disposiciones legales para agilizar los procesos de deportación; así como restricciones severas a la inmigración legal. En México, los hechos de las últimas semanas confirman la tónica anti-inmigrante que comparten los socios en el T-MEC: redadas a inmigrantes; desapariciones forzadas; violencia contra niños y mujeres; despliegue en el suroeste de más de 15 mil efectivos del Ejército, GN e INM. Estas mismas medidas han convertido a países como Guatemala, El Salvador y Honduras en vastos centros de detención. En conclusión, este es el rostro general de la política imperialista que impone a la migración, en EE.UU. y México, un estatus de acto criminal e ilegalidad que se adapta mejor a los intereses de la explotación.
A inicios de septiembre se reunió el VIII Pleno del Comité Central del PCM, que refrendó la caracterización del gobierno de Obrador como uno al servicio de los monopolios. El comunicado sobre sus trabajos precisó: “en interés de los monopolios sigue la expansión capitalista sobre la base del despojo de tierras y territorios a los pueblos originarios con los megaproyectos en el Sureste del país”. En parte, esto es la base de la política anti-inmigrante de la 4T. La expansión capitalista de los monopolios de México considera extender hasta Centroamérica sus planes de despojo. Esta faceta del interés monopólico, que sacrifica a todos los trabajadores en el ámbito de la política migratoria, coincide con el propósito fundamental que representa el T-MEC, pactado también en beneficio de las élites del país.
Algunos demagogos podrán afirmar: “pero es que en México ya somos demasiados y hay poca riqueza para repartir”. Si bien la segunda afirmación es innegablemente cierta, cabe realizar la siguiente precisión: la insuficiente riqueza disponible no se debe a los trabajadores migrantes, sino a la voraz burguesía tanto de origen nacional como extranjero. En México las seis personas con mayor fortuna concentran una riqueza mayor a la del 50% más pobre de entre toda la población. Entonces, de esto se desprende que lo necesario no es frenar a los migrantes, hermanos de clase en búsqueda de un nuevo horizonte de vida y quienes han sido empobrecidos por las políticas de los imperialistas, de entre quienes se encuentran los seis multimillonarios referidos con anterioridad; lo necesario, lo fundamental, es privar a los imperialistas del derecho a lucrar con la fuerza, la inteligencia y la vida de los trabajadores de cualquiera de los países. Y sólo hasta entonces estará disponible toda la riqueza de este país para satisfacer las necesidades de quienes aquí vivimos.
El Partido Comunista de México expresa la más resuelta solidaridad con todos los migrantes, quienes son nuestros hermanos de clase. Hacemos un llamado a todos aquellos descontentos con la situación de miseria y guerra en nuestro país, con la triste situación que se impone a los migrantes, para solidarizarnos con estos hermanos de clase que han sido empobrecidos por los imperialistas en México y en todo el mundo. La lucha no debe ser entre trabajadores por motivos de origen étnico o nacional; la lucha debe ser contra todos los imperialistas y en primer lugar contra la burguesía en México. El PCM subraya que la lucha por la adecuada satisfacción de las necesidades contemporáneas de toda la clase obrera y los sectores populares está ligada a la lucha anti-capitalista, anti-monopolista; sólo la lucha revolucionaria por el socialismo-comunismo será redituable para los mayores anhelos de una vida mejor.
¡México, el Caribe y América Central, la clase obrera es internacional!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
El VIII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de México