El 23 de Marzo nos despertamos con la noticia del asesinato a balazos de la periodista Miroslava Breach a las afueras de su domicilio en la capital del estado de Chihuahua. Momento justo cuando en esta misma entidad se viene presentando un repunte de la violencia en las zonas serranas del Estado. Misma violencia de la que la hoy occisa hacia detalle en sus investigaciones periodísticas.

  

Y es que el Estado de Chihuahua representa gran fuente de riquezas para la burguesía, tanto del país como internacional, por poseer zonas mineras, madereras y turísticas, además de ser espacio de siembra de amapola y mariguana, y cono de embudo por donde se da el trasiego de múltiples drogas desde varias regiones del continente hacia los Estados Unidos.

Todo lo anterior convierte a la entidad en una región sumamente vigilada por el Estado, ya que como decía Marx, refiriéndose al estado capitalista “… este no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”.

Esta vigilancia y control la realiza actualmente el Estado capitalista utilizando la inseguridad creada por las bandas de los cárteles de la droga como medio de control social. En estas zonas serranas la legalidad y la ilegalidad son manejadas por las mismas personas, que unas veces hacen de capos del crimen organizado y otras de funcionarios públicos.  

Así trascurre la vida en esas regiones, entre asesinatos, secuestros, torturas, quemas de negocios, desapariciones forzadas, hambre y miseria. Basta leer algún artículo de Miroslava Breach para darnos una idea del infierno. Todo este infierno es con el fin de mantener a la población a la raya y atemorizada mientras se les despoja de todo lo suyo.

Ahora se avecina una nueva versión de la falsa guerra contra el narco, iniciada por Felipe calderón y continuada por Enrique Peña Nieto, con el patrullaje de convoyes del ejército y la Policía Federal por las principales ciudades del estado de Chihuahua y en la zona de la sierra. Ahora nos espera a los y las habitantes de esta entidad otro baño de sangre, ya que como quedo constatado en años pasados, a la llegada de estas corporaciones estatales de “seguridad” se aumentan superlativamente los crímenes, dejándonos ver que su verdadera labor es la de velar por el jugoso negocio del narcotráfico y la explotación minera y maderera, todos propiedad de la burguesía.

Así funciona todo. Es por eso que el o la periodista no alineada al poder se vuelve incómoda, y es necesaria su eliminación física, mandando a su vez un mensaje al resto de los comunicadores, haciéndoles ver la suerte que les espera de seguir sus pasos.

Por todo esto es necesaria la acción de los y las comunistas organizados, aumentando el poder político obrero, único que podrá equilibrar las fuerzas en la balanza y evitar que estos crímenes se sigan cometiendo. Por eso gritamos:

¡Justicia para Miroslava Breach! ¡Justicia para las clases explotadas!

Comité Regional de Chihuahua del Partido Comunista de México