No se trata de una excepción, la violencia estatal se vuelve cotidiana
Nuevamente la represión y el asesinato político contra los normalistas de Ayotzinapa
El Comité Central del Partido Comunista de México condena la bestial represión contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, en la que han resultado asesinados seis jóvenes, además de 25 heridos y 25 desaparecidos.
El brazo ejecutor fue la Policía Municipal y la Policía Federal, pero la responsabilidad política es del alcalde de Iguala y del Gobernador de Guerrero, ambos de extracción perredista.
Estos hechos represivos vienen a comprobar el carácter de clase de las gestiones gubernamentales del PRD, que son funcionales al poder de los monopolios, estando ya plenamente integrados al aparato de dominación. Así ocurrió en Mayo del 2006 en San Salvador Atenco, y el mismo Ángel Aguirre Rivero, Gobernador en Guerrero, es responsable del asesinato de cinco comunistas.
En Guerrero la violencia del Estado contra el pueblo se desenvuelve abierta y crecientemente desde hace ya casi medio siglo, cuando fueron asesinados los copreros, y no cesa; el asesinato, la violación a mujeres, la tortura, la desaparición, las masacres, enlutan los hogares del pueblo.
Atoyac, Aguas Blancas, el Charco, Coyuca de Benitez y Ayotzinapa se suman a las masacres cometidas por la burguesía y sus fuerzas represivas, el 2 de octubre de 1968 y el 10 de Junio de 1971.
Los hechos represivos no son una eventualidad, son intrínsecos a la explotación de la clase obrera y el pueblo para favorecer la rentabilidad del capital y los privilegios de la minoría que conforma la clase dominante. La violencia no es algo extraordinario, sino un elemento de la cotidiana realidad.
Por ello la clase obrera y el conjunto del pueblo explotado deben tomar medidas, porque cualquier lucha enfrentará esta repuesta del Estado.
Tlatlaya y Ayotzinapa no son casualidades, son la prueba de la elección que hace el poder de los monopolios para confrontar al pueblo.
Durante más de dos décadas la ofensiva burguesa contra la educación pública y las escuelas normales está escrita con sangre, con encarcelamientos, pero hoy se rebasó un límite.
En lo que va del sexenio también los comunistas sufrimos esta violencia estatal. Siete camaradas han sido asesinados en los estados de Guerrero y Oaxaca. Varios camaradas han sido amenazados de muerte.
Llamamos a preparar la respuesta popular; ellos buscan desmovilizar a la clase obrera, a los sectores populares, debemos nosotros elevar el nivel de la movilización, agrupar las luchas sobre su esencia anticapitalista; ellos buscan atemorizarnos, y los trabajadores debemos alzar más fuerte nuestra voz de protesta, aumentar la capacidad organizativa de nuestra acción. Ellos buscan someternos y nosotros solos podemos responder con insumisión y rebeldía; ellos buscan que estemos siempre arrinconados, en la resistencia, en la pasividad del esclavo que espera la muerte, y nosotros debemos prepara la contraofensiva: necesario y urgente es pasar de la resistencia a la ofensiva. ¡o ellos o nosotros!
El Partido Comunista de México exige la inmediata destitución de Ángel Aguirre Rivero, Gobernador de Guerreo y de José Luis Abarca, presidente Municipal de Iguala.
El Partido Comunista de México llama la clase obrera, a los estudiantes a desarrollar una jornada de lucha del 2 al 5 de Octubre en solidaridad con los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y del IPN.
La lucha será larga y cruenta, pero esta impunidad del Estado, esta violencia estatal cotidiana solo será asunto del pasado cuando el poder esté en manos del proletariado.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
El Buró Político del Comité Central