El futuro pertenece a la clase obrera, que construirá el Mundo nuevo sin explotación, sin hambre, sin guerras.
A la clase obrera
A las trabajadoras y trabajadores de México:
El Partido Comunista de México saluda a todo el proletariado de México y el Mundo, con motivo del Primero de Mayo, Día Internacional de Lucha de los trabajadores; al mismo tiempo rendimos homenaje a los Mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco; recordamos a todos aquellos que entregaron su vida para la emancipación económica y social de la clase obrera.
Estamos enfrentado el peligro de una guerra interimperialista, que de estallar, se generalizaría, poniendo en peligro a la humanidad. Los trabajadores de México y el Mundo debemos librar una lucha unida hasta derrotar al sistema imperialista y para hacer que triunfe el socialismo-comunismo, que garantizará la paz mundial.
Estamos enfrentando, cómo resultado de las políticas de choque del sistema capitalista, flujos masivos de trabajadores de muchos países con destino a aquellos en que puedan encontrar empleo para resolver sus necesidades básicas. Miles mueren en los mares, en los desiertos, y decenas de miles son recluidos en verdaderos campos de concentración, decenas de miles son expulsados ilegalmente y sin respeto a sus derechos humanos, en tanto que millones son sobreexplotados en abuso de su situación legal.
Estamos enfrentando en todos los países ataques nunca vistos a la fuerza de trabajo: son más horas por un salario que cada vez alcanza para menos. El hambre y la miseria son asunto cotidiano para los trabajadores y sus familias; han desaparecido los derechos conquistados de salud, las jubilaciones, la vivienda, las vacaciones, la cultura, la recreación, en tanto que aumentan las ganancias de los monopolios que concentran la riqueza que socialmente producimos. En medio de ésta crisis capitalista que estalló en 2007 los trabajadores nos empobrecemos y tenemos que cargar con los costos, mientras los capitalistas no pierden un centavo y aumentan incesantemente sus riquezas.
Esta situación no debe continuar. Tenemos el ejemplo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que el 7 de Noviembre del año en curso cumple un siglo. El proletariado, conducido por el partido comunista, armado con las ideas del marxismo-leninismo, derrocó el poder de los capitalistas, instauró el poder obrero y construyó el socialismo-comunismo, demostrando que es posible vivir sin los burgueses, sin los patrones y poner fin a la explotación. El poder obrero demostró por más de 70 años que las injusticias pueden ser asunto del pasado, y que las mujeres y hombres pueden tener una vida mejor. El camino que inauguró la Revolución Socialista de Octubre es el camino de los trabajadores de México y el Mundo.
Los trabajadores tenemos nuestro camino y nuestros objetivos, nuestro programa de lucha, y no debemos dejarnos engañar por los cantos de sirenas, de los que nos ofrecen falsas soluciones. Nos prometen reformas, combate a la corrupción, pero dejan intacto el sistema de la explotación.
Ni el PRI, ni el PAN, ni PRD, ni MORENA, son alternativa, pues aunque son diferentes entre sí en varios aspectos, coinciden en uno esencial: mantener la explotación del trabajo asalariado y las superganancias de los monopolios.
El Partido Comunista de México llama a la lucha decidida, para que los trabajadores de organicen en dos niveles:
- En la lucha sindical clasista en cada centro de trabajo para enfrentar a la patronal, defender nuestros derechos. Ello pasa por rechazar a los sindicatos patronales y charros, y para reorganizar sindicatos de clase, militantes, por fábrica, industria y también sindicatos de rama y nacionales; por reorganizar un central sindical clasista que una a todos los trabajadores del país. Simultáneamente los trabajadores de México deben unirse con los trabajadores del Mundo a través de la Federación Sindical Mundial.
- En la lucha política para que los trabajadores actuemos combativamente por nuestros intereses de clase - que son los de todos los explotados y oprimidos de México, de los sectores populares, de los pueblos indios, de los trabajadores migrantes- para derrocar al sistema capitalista en México y para que se establezca el poder obrero, única garantía para poner fin a la sobreexplotación, al terrorismo, a la muerte.
Obreros y obreras industriales, trabajadores de la ciudad y del campo, trabajadores manuales e intelectuales, trabajadores migrantes, mujer trabajadora, juventud trabajadora, trabajadores en el desempleo:
La lucha por el socialismo-comunismo lleva al proletariado a liberarse y liberar a todos aquellos que hoy sufren, que se encuentran en condiciones de semiesclavitud laboral, que son víctimas del racismo o del acoso sexual. No perdamos el tiempo en luchas que no son nuestras, enfoquemos nuestra fuerza unida contra nuestros enemigos de clase, los patrones, los burgueses, los monopolios, el capitalismo, el imperialismo.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
El Comité Central del Partido Comunista de México