El Partido Comunista de México condena la desaparición, tortura y posterior asesinato del compañero Noe Jiménez Pablo, quien fuera parte de la Comisión Política Nacional de la CNPA MN, así como el ataque paramilitar contra pobladores de Amatán, Chiapas el día de ayer 17 de enero de 2019.

Lo decimos con todas sus letras: la responsabilidad de este crimen es del Estado Mexicano y de quien lo administra. Aunque aparente un nuevo rostro, el gobierno de Andrés Manuel está siguiendo los mismos pasos de su antecesor.

 

En primer lugar, el ataque paramilitar fue realizado por fuerzas paramilitares (que incluyen a policías municipales) que responden abiertamente a los hermanos Manuel de Jesús y Wilfrido Carpio Mayorga, quienes han gobernado el municipio desde el 2000 bajo el cobijo del PAN y el PVEM, y actualmente bajo la bandera de MORENA. En segundo lugar, el gobierno del Estado de Chiapas, comandado por Rutilio Escandón también de MORENA, que envió a un equipo de militares y policías que sirvió para darle cobertura a la retirada paramilitar e intentar ocultar los hechos “descartando pérdidas humanas, lesionados y desparecidos” como se ufana la Fiscalía General del Estado en su página. Finalmente, a aquellas fuerzas políticas que han reclutado y protegido a estos caciques, particularmente a Manuel Velasco Coello y el partido en el gobierno MORENA.

Expresamos nuestra solidaridad  con los compañeros de la CNPA MN, del MOCRI y a los pobladores de Amatán.

Hacemos un llamado a la clase obrera, de estar en guardia ante la posibilidad de una reedición de la política de paramilitarismo y cacería selectiva de revolucionarios y líderes sociales, bajo el nuevo gobierno socialdemócrata.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

El Buró Político del Comité Central