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La Comuna de París, el primer asalto al cielo.

 

Por su heroísmo, lecciones políticas, repercusión internacional, manifestación del rumbo revolucionario de la clase obrera y vigencia histórica con respecto a la lucha por la emancipación del proletariado, La Comuna de París, que escribió la primera página en la historia de la toma del poder por parte de la clase obrera en el mundo, representa una enseñanza fundamental para el proletariado y el movimiento comunista internacional. El 18 de Marzo del presente año se cumple el 150 Aniversario de su irrupción heroica, y muchas son las enseñanzas que la clase obrera puede seguir extrayendo de este asalto al cielo por el proletariado parisiense, por lo tanto el Partido Comunista de México presenta un conjunto de reflexiones a propósito de ello:

 

1.- La Comuna de París representó el primer gobierno de la clase obrera a nivel mundial. Karl Marx se refirió a ésta, al calor de la orientación y solidaridad más extensas a través de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), como “la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo”. La Comuna hizo a un lado la sumisión, la conciliación y el respeto tradicional a la autoridad de los dominadores, al transgredir el monopolio de gobierno en manos de los representantes de la explotación y la opresión. Fue también un gobierno internacional, en el sentido de expresar los intereses generales de la clase obrera y en el de opositor a la agresión nacional contra los pueblos.

2.- La Comuna reconoció que la clase obrera al constituirse en clase dominante no puede gobernar con la vieja máquina estatal, militar-burocrática, y que debe emprender la aniquilación de la misma. Esta experiencia histórica, que retroalimentó y enriqueció la concepción científica del marxismo. La Comuna sentó testimonio de Dictadura del Proletariado: barrer toda la máquina del Estado, suprimir al ejército profesional y la policía y sustituirlo por el pueblo en armas, instalar la elección de todos sus nuevos funcionarios bajo el sueldo máximo de un trabajador y agregar el principio de la revocabilidad, siendo ésta un órgano ejecutivo y legislativo al mismo tiempo. Esto último distingue al Poder Obrero.

3.- La Comuna de París, con sus cerca de dos meses de existencia, y la embestida mancomunada de las clases dominantes de Francia y Alemania que la baño en sangre, colocaron de frente al pueblo el verdadero carácter de la democracia burguesa, que es en realidad la dictadura de una clase sobre otra: la de la burguesía sobre el proletariado y el conjunto de explotados y oprimidos.

4.- La Comuna de París, una vez en el poder llevó a cabo en un corto lapso de tiempo otras importantes medidas: Separó al Estado de la Iglesia, y expropió las propiedades de esta última. Suprimió el subsidio gubernamental al culto religioso y canceló la retribución económica que el Estado otorgaba, hasta ese momento, a los curas. Reconoció el carácter laico, gratuito y masivo de la educación pública. Suprimió el trabajo nocturno de determinados sectores de trabajadores, en particular de los panaderos. Decretó la entrega de todas las fábricas y talleres abandonados o paralizados a las cooperativas obreras con el fin de reanudar la producción y a partir de eso unificar a los productores sociales en una organización nacional para una nueva economía. Prohibió la prostitución. Condonó las deudas de los trabajadores y prohibió la especulación con sus condiciones de vida. Permitió a los sintecho ocupar viviendas vacías y prohibió el desahucio de los inquilinos incapaces de pagar las rentas. Estableció un mecanismo para replicar a nivel nacional la forma gubernamental de la Comuna como forma nacional del Poder proletario.

La Comuna adelantó que la única alternativa para los trabajadores y las capas populares es la dictadura del proletariado. En un abrir y cerrar de ojos evidenció que sus decretos establecían reformas frente a las cuales la democracia burguesa, en su forma de República o de Imperio, resultaba un obstáculo a las mismas y que la burguesía no puede llevarlas a cabo pues son antagónicas a su interés de clase. Sólo la dictadura del proletariado puede resolver favorablemente aquellos problemáticas sociales, de relevancia para el proletariado y los sectores populares, que hasta hoy en día se conceptualizan como de carácter democrático-burgués.

“En realidad, el Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo en la república democrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos, un mal que se transmite hereditariamente al proletariado triunfante en su lucha por la dominación de clase” (Friedrich Engels, Introducción a la edición alemana de la Guerra civil en Francia, 1891). Esta veneración del Estado, de los personeros que lo encabezan bajo uno u otro discurso burgués (Estado benefactor, proteccionismo, austeridad, progresismo, “gobierno del pueblo”, etc.) es la cuña que aprieta el oportunismo para salvaguardar el modo de producción capitalista, para poner su expresión política a tono de los objetivos de los monopolios en el marco de la crisis o de la guerra imperialista, y que resulta una verdadera prisión para el proletariado en los confines de la pugna interburguesa.

5.- Contraria a las prácticas que distinguen hoy en día a todas las variantes de dominación burguesa, la Comuna no se mostraba como un cuerpo infalible y daba a conocer las fallas y desaciertos que como Poder Obrero le fue posible detectar.

6.- La Comuna de París estaba inmersa en un conjunto de contradicciones. Una de éstas la constituía el predominio o la cercanía de tendencias hostiles o ajenas al proletariado (el blanquismo, el proudhonismo o el bakuninismo). A pesar de éstas, la Comuna ha triunfado como aviso de la emancipación social de la clase obrera y forma histórica de dictadura del proletariado. Pero las mismas dificultades, titubeos y errores de la Comuna subrayan la importancia del elemento ideológico revolucionario, del Partido revolucionario de la clase obrera como vanguardia de la misma. De tal forma que se logre fusionar al movimiento obrero con la noción de la incompatibilidad de sus intereses y los de la burguesía, de la independencia de su proceder con respecto a la burguesía como clase hostil a los trabajadores, de la pérdida de fe en que la burguesía encabeza la búsqueda positiva de objetivos comunes a todas las clases sociales y sectores de las mismas.

7.- El Partido Comunista de México, empeñado en la tarea común de contribuir en la elaboración de una estrategia revolucionaria unificada en el movimiento comunista internacional,  desarrolla una labor ideológica que en todos los frentes lleve a la independencia política de la clase obrera y a la reafirmación del Partido Comunista en la ruta del socialismo-comunismo, la socialización de los medios de producción, la planificación centralizada y científica de la economía y el Poder Obrero, destaca la vigencia del ejemplo, de los aciertos y desaciertos, de la Comuna de París y de las lecciones derivadas de ésta a propósito de la lucha actual por la dictadura del proletariado y el derrocamiento del capitalismo.

Es verdad que La Comuna fue derrotada, que los communards fusilados, 40,000 parisienses proletarios asesinados por la contrarrevolución, 45,000 detenidos, pero sentó un precedente vital para el camino del proletariado mundial, de su teoría y práctica revolucionara para hacer parir el mundo nuevo, con más asaltos al cielo, hasta la victoria final.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

El VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de México