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Sobre el resultado de las elecciones en México

Concluyó el proceso electoral en México con la votación del domingo 2 de Junio para elegir Presidente de la República, Cámaras de Diputados y Senadores, Gobiernos de la Ciudad de México y otras entidades, varias legislaturas locales y gobiernos municipales de varios estados.

El proceso electoral estuvo marcado por la intervención gubernamental a favor de su partido MORENA, por la utilización de los programas sociales, es decir el lucro de la extrema pobreza, por la demagogia de los dos grandes bloques burgueses y sus candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las campañas sucias, por el obsceno derroche de dinero, tanto el de las prerrogativas del INE, como de origen extraño (o de grupos empresariales o del crimen organizado), por la violencia.

Fue visible el rol de esquirol gubernamental del Partido Movimiento Ciudadano; también fue un elemento notable que desde el punto de vista programático Sheinbaum y Gálvez se enmarcaron en una misma plataforma, con diferencias menores y no esenciales. Fundamentalmente, ambas ratificaron el compromiso de llevar adelante la gestión del capitalismo.

Los resultados son claros: fue electa Claudia Sheinbaum, quien contará con una mayoría calificada para emprender el conjunto de medidas legislativas que considere necesarias puesto que el PRI y el PAN no tendrán correlación de fuerzas para obstaculizarlas. El llamado Plan C, que entre otras medidas busca colocar la Guardia Nacional bajo control militar, entrará en ejecución. Desde el arranque de la campaña los empresarios le dictaron sus prioridades. Hoy, es constatable la satisfacción de la clase dominante, del poder de los monopolios con este resultado, con las inmediatas felicitaciones de los banqueros y cámaras patronales.

La administración de Obrador, que llega a su fin formal, logró, después de casi tres décadas de la inestabilidad social y de la intensificación de la lucha de clases por las políticas de choque de las privatizaciones, una paz social que viene permitiendo una rápida fase de expansión capitalista que llevó a México a mejorar la posición de su economía capitalista dentro del sistema imperialista, desplazando a España, Australia, Corea del Sur, y acercándose a ser una de las 10 principales economías capitalistas en el mundo; con Obrador los monopolios han duplicado sus ganancias, en primer lugar aumentando la tasa de extracción de plusvalía, desvalorizando la fuerza de trabajo, y a través de la imposición de políticas antipopulares, antiinmigrantes, y medidas que anteriormente habían sido rechazadas. Ratificó el T-MEC; a pesar de presentarse como antineoliberal y de declarar el fin del neoliberalismo, no dio marcha atrás a ninguna de las privatizaciones, y los monopolios beneficiarios de ellas en los años 90, fueron en éste sexenio aliados del Presidente.

Obrador se encargó de la relegitimación del Estado y de sus desprestigiadas fuerzas represivas, sobre todo el Ejército; resanó temporalmente las grietas de la dominación de clase de la burguesía, recurriendo a la fórmula ya ensayada por Plutarco Elías Calles en 1929: un Partido de Estado pluriclasista. En los últimos seis años MORENA funciona como la pista de aterrizaje de los grupos y corrientes del PRI –inclusive el grupo Atlacomulco-, y también del PAN; al igual que el PNR-PRM-PRI, hoy MORENA afirma representar el interés popular cuando en verdad expresa el interés de clase de la burguesía y los monopolios. En contenido y forma restaura el presidencialismo absolutista, el autoritarismo. Por el momento los monopolios, los industriales y los banqueros, se encuentran satisfechos con el obradorismo, y en la pugna interburguesa le han respaldado, mandando a la reserva al PRI y PAN, a los que han duplicado electoralmente.

Así pues el triunfo de Sheinbaum tiene ya predeterminado su derrotero: el de una gestión antiobrera y antipopular, que no oculta con lo que pomposamente denomina el segundo piso de la 4T, al que también llama capitalismo consciente, que simplemente significa la apertura al nearshoring y la relocalización, para ocupar en el marco del conflicto y las rivalidades entre los estados capitalistas de China y los EEUU,  el lugar que tenía China de productor de las mercancías que requiere el mercado norteamericano; para ello se inició y continuará la construcción y desarrollo de infraestructura de transporte, comunicaciones y logística, pisoteando a su paso los derechos de los trabajadores, de los pueblos originarios y sacrificando los recursos naturales. Hacemos notar que la burguesía proyectó desde la campaña, a dos de sus cuadros como relevos en la dirección del Estado: Omar García Harfuch y Altagracia Gómez, de probada línea antipopular y defensa del orden.

La demagogia es la marca del gobierno de Obrador y lo será de Sheinbaum. Se montaron vulgarmente en la tragedia de Ayotzinapa y han traicionado a las víctimas para unirse a los verdugos; indolentes han estado frente al genocidio en Palestina, o frente a la expansión del narco por todo México, frente a los miles de muertos y desaparecidos.

Qué ilusos aquellos que piensan que el gobierno de Obrador o Sheinbaum son expresiones de izquierda o populares; aquellos oportunistas que desde diversas latitudes con abyección hoy saludan a Sheinbaum, igual que ayer callaron ante la militarización y el despojo, son corresponsables de la agonía del pueblo y los trabajadores de México. Igualmente ilusos, o abyectos, aquéllos que proclaman como un hito histórico el que haya una Presidenta en lugar de un Presidente, cuando ella igualmente representa intereses antagónicos a los de los millones de mujeres trabajadoras mexicanas y migrantes que siguen viviendo en carne propia no sólo la explotación intensificada del capital, sino la imparable violencia social y criminal.

El Partido Comunista de México sin ninguna duda seguirá luchando contra Obrador y a partir del 01 de octubre contra Claudia Sheinbaum, pues expresan los intereses de clase de la explotación. Estamos conscientes del momento, de la necesidad de reforzar lazos políticos y organizativos con los trabajadores, la mujer trabajadora, los jóvenes y estudiantes, los migrantes, con los pueblos indígenas, con organizaciones clasistas independientes, para con una alianza social anticapitalista y antimonopolista desarrollar el antagonismo con la socialdemocracia de Obrador/Sheinbaum.

En esta dirección, fue un paso adelante la campaña comunista que nos permitió contactar con miles de trabajadores, casi 234,000, con una plataforma programática clasista, por un nuevo poder y una nueva economía, basada en la propiedad social de los medios de producción, y es un aliciente la votación por Marco Vinicio Dávila, candidato comunista a la Presidencia de la República, y los demás candidatos comunistas, que es de miles de trabajadores que han elegido luchar, a pesar de todas las dificultades legales y extralegales. Según la tendencia del PREP la votación por las candidaturas no registradas es ahora de 85,000 y puede alcanzar los 90,000, además tenemos evidencia de que muchos de los votos de nuestras candidaturas fueron anotados como nulos. Nosotros llamamos a los que decidieron votar comunista a dar un paso adelante, y a que juntos luchemos cotidianamente hasta cambiar todo lo que deba ser cambiado, a luchar por el Mundo nuevo del socialismo-comunismo. También saludamos el más de 1,300,000 de votos nulos, muchos de aquellos que reivindicando a sus desaparecidos, de aquellos que conscientes que ni MORENA, ni el PRI-PAN son salida, han decidido rechazarlos. Es un buen horizonte que miles de trabajadores y jóvenes hayan elegido luchar y no quedar atrapados en la disyuntiva del mal menor.

Con el proletariado, con la clase obrera, cada día luchando, sin tregua, con optimismo en el futuro que vendrá si estamos dispuestos a sostener las posiciones clasistas e internacionalistas.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

El Buró Político del Comité Central