Saludo por el 8 de Marzo del 2025
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
A las mujeres trabajadoras.
Hermanas proletarias:
El 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora desde la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de 1910, con la decidida participación de las comunistas Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Alejandra Kollontai, Inessa Armand. Y prácticamente desde entonces marca cada año un momento en la lucha de clases en que se pone en evidencia la urgencia de la lucha por la emancipación de la mujer.
Como entonces, hoy el mundo se encuentra en guerra. Hoy los países capitalistas están nuevamente en choque, buscando quedarse con la mayor parte de las ganancias que resultan de la explotación del conjunto de la clase obrera –las mujeres y hombres que viven de la venta de su fuerza de trabajo- y de la naturaleza, Buscan un nuevo reparto de territorios, recursos naturales, rutas de transporte y corredores energéticos, mercados, y mano de obra barata. En pro de estos intereses, los monopolios mandan a la muerte a millones, y provocan miseria e incertidumbre a los pueblos del planeta.
Lo sufren las madres, esposas, hijas y todas las mujeres de Palestina, Ucrania, Rusia, que lloran a sus muertos, y lo sabemos las mujeres trabajadoras de todo el mundo, que desde el inicio de la guerra imperialista en 2022, vemos cómo aumentan aceleradamente los precios del gas, del pan y los alimentos, de los transportes y los productos básicos. La clase obrera y la mujer trabajadora son interesados directos en el fin definitivo de la guerra y del imperialismo, es decir, el fin de la barbarie, la destrucción, la muerte, el hambre, la miseria, la violencia y la explotación que vemos hoy llenando de horror y sufrimiento todos los confines del planeta.
Nuestro abrazo solidario va a las mujeres y pueblos de Palestina y Cuba, agredidos por el imperialismo, acompañado de nuestra determinación de continuar luchando contra el genocidio y contra los bloqueos criminales, y de continuar enarbolando la consigna de la emancipación de las mujeres trabajadoras en todo el mundo.
Afirman en México que es tiempo de mujeres, pero lo único que se ve es que es tiempo de los monopolios y sus ganancias. Es tiempo de Mexico Pacific, de Amazon, de Woodside Energy; de Royal Caribbean Group, Constellation Brands, Foxconn; de Santander, de Nestlé, de Home Depot, por supuesto de América Móvil y hasta de Netflix. La gestión del Estado capitalista no es asunto de género, de raza, o de credo, sino asunto de la clase social a la que sirven quienes gobiernan. No hay diferencia drástica de la situación de las trabajadoras y los trabajadores entre el gobierno de Sheinbaum, con el anterior de Obrador, o los de Peña Nieto, Calderón, Fox, Zedillo o Salinas, pues en su conjunto, aún con diferentes colores, han servido a los intereses de la clase de los explotadores, de la burguesía. Claudia Sheinbaum es titular del Ejecutivo, pero su rol es el mismo que tuvo en Inglaterra Margaret Tatcher o en Alemania Angela Merkel, y también en Argentina Cristina Kirchner: mujeres, sí, pero aplicando con mano dura las políticas que demandan los monopolios: las reformas antiobreras, los recortes presupuestales, las privatizaciones, la eliminación de las jubilaciones, el control migratorio, los megaproyectos, la militarización; es decir, encabezar el Estado burgués en beneficio la clase que explota a nuestra clase y acumula ganancias a costa de nuestra infelicidad.
La situación de las mujeres en México está determinada en conjunto con la situación de todos los trabajadores, bajos salarios, bajo poder adquisitivo, precariedad, insalubridad, miseria, inseguridad, pero además asume las múltiples formas de la opresión y la desigualdad: las cadenas de la esclavitud doméstica, la discriminación laboral, el analfabetismo y la opresión religiosa, la insoportable violencia física y sexual que acumula horrendas cifras de violación, desaparición y feminicidio.
Es por ello que las proletarias, las mujeres trabajadoras, señalamos al verdadero responsable que ha engendrado todos y cada uno de estos males: el capitalismo de los monopolios. Sabemos que el fin de las cadenas de la explotación capitalista es indispensable para el fin de la desigualdad y la opresión. La emancipación de la mujer tiene como base el fin de la sociedad burguesa que nos explota hasta la muerte y nos mantiene oprimidas.
Las proletarias conforman la mitad de la clase trabajadora y nuestro trabajo produce una enorme cantidad de riqueza, existen todos los medios materiales para satisfacer nuestras necesidades, pero la mayor parte de esta riqueza es arrebatada por los monopolios. En México los patrones capitalistas nos explotan hasta la última gota con jornadas extenuantes, empleos inestables y sin seguridad social. El gobierno actual destina el presupuesto público a megaproyectos y militarización, mientras se cae el Metro, los hospitales, los servicios públicos. De ellos solo se puede esperar lo que ofrecen: migajas, pues los llamadas “programas del bienestar” están muy lejos de satisfacer las necesidades sociales y solamente nos mantienen en el límite de la supervivencia.
Por eso, este 8 de Marzo, a pesar de las múltiples y extenuantes batallas que debemos librar las proletarias cada día, ¡más que nunca seguimos en pie de lucha! Queremos todo, tenemos derecho a todo. Las mujeres trabajadoras en conjunto con los hombres trabajadores podemos y debemos cambiar el Mundo, hacer nacer uno nuevo, que no podrá ser, si no es con la emancipación de la mujer.
Luchemos juntas por nuestra verdadera emancipación, rompamos las cadenas de la explotación y la opresión, y conquistemos un mundo nuevo para nosotras, para toda la humanidad.
Comisión de la Emancipación de la Mujer del Comité Central del Partido Comunista de México